Una de las mayores ventajas es poder recibir acompañamiento sin importar dónde vivas. Esto es especialmente útil si:

• Vives en una zona rural o con poca oferta profesional.
• Estás en el extranjero o te has mudado recientemente.
• No tienes disponibilidad para desplazarte físicamente.

Solo necesitas una conexión estable y un espacio tranquilo.

La modalidad online permite adaptar mejor las sesiones a tu ritmo de vida, sin perder tiempo en traslados ni complicaciones logísticas. Ideal si:

• Tienes hijos o personas a tu cargo.
• Trabajas con horarios poco convencionales.
• Necesitas sesiones antes o después del trabajo.

Muchas personas se sienten más relajadas hablando desde su casa, lo que facilita abrirse emocionalmente, sobre todo en las primeras sesiones. Estás en tu espacio, con tus objetos, en un ambiente que conoces y controlas.

La consulta online evita desplazamientos físicos, salas de espera o posibles encuentros incómodos. Puedes hablar con tu psicóloga sin preocuparte por lo que ocurre fuera del espacio terapéutico.

Estudios muestran que la eficacia de la terapia online es comparable a la presencial en la mayoría de los casos. Lo más importante sigue estando presente:

• La relación de confianza.
• La escucha activa.
• Las herramientas clínicas adaptadas a ti.

Estudios muestran que la eficacia de la terapia online es comparable a la presencial en la mayoría de los casos. Lo más importante sigue estando presente:

• La relación de confianza.
• La escucha activa.
• Las herramientas clínicas adaptadas a ti.

La terapia online funciona muy bien para:

• Procesos de ansiedad, estrés, duelo, autoestima, relaciones, cambios vitales.
• Personas que valoran su intimidad y tiempo.
• Pacientes que ya han estado en terapia y desean retomar desde otra modalidad.

Puede no ser lo más adecuado si:

• Hay crisis agudas o situaciones de riesgo.
• No se dispone de un espacio seguro y tranquilo para conectarse.
• La conexión a internet es muy inestable.